A veces no funciona como uno desea. Eso ocurrió el segundo día, cuando tomamos una decisión equivocada y perdimos tiempo y clasificación:
Pero ahora desde el principio:
Empezamos bastante bien con saltos de montaña y pequeñas sesiones de vuelo, pero luego cometimos un error y volé en la dirección equivocada, no pude conseguir más altura y tuve que aterrizar en un valle muy estrecho. Apenas había opciones de aterrizaje, pero conseguí aterrizar con seguridad en un campo con hierba bastante alta. Pero uno de los mayores problemas fue que aterricé literalmente en el «fin de la nada». Me llevó mucho tiempo salir de allí. Cuando finalmente subí y llegué a la cima de la montaña, empezó a llover y ya no pude volar. Si hubiera llegado 30min. antes, podría haberlo conseguido – pero sí – no fue así, así que tuvimos que bajar un poco más y nos quedamos en una granja de ovejas durante la noche. Los granjeros fueron super amables y por eso pasamos un rato con ellos y nos permitieron secar nuestro equipo mojado en su chimenea. Gracias a ellos por su perfecta y cálida acogida.
Se acabó el día. Mojado, cabreado y de no muy buen humor. Pero el día siguiente trae nuevas posibilidades y nuevas decisiones. Así que ¡a ver qué nos trae!
Team Heli Schrempf
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